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El mundo está inmerso en una gran crisis por el virus y el Chaco no es una isla

 

Desde el espacio al cual represento, Nuevo Espacio de Participación (NEPAR), venimos insistiendo hace tiempo con un gran acuerdo Político-Económico-Social, porque si no será imposible reconstruir nuestra provincia. El coronavirus ha sido devastador para las dos economías: la del hogar y la de país; y el Banco Mundial nos dice que el mundo está sufriendo una recesión, como no se conoció en los últimos 75 años.

 

Los países desarrollados tendrán mayor capacidad de recuperación, pero les va a ser difícil y sufrirán cambios, los mayores problemas los tendremos los países en vía de desarrollo como el nuestro.

 

Nuestro gobierno provincial anunció un programa para reactivar la economía provincial, desde el convencimiento de que tiene que promover y apoyar a la reconstrucción del aparato productivo y compensar las pérdidas sociales provocadas por esta pandemia, tales como las quiebras de empresas, el desempleo, los ingresos familiares perdidos o reducidos, el aumento de la pobreza y retraso escolar ocasionado por el aislamiento obligatorio que vivimos la mayor parte del año 2020.

 

Para afrontar estos desafíos, no hay soluciones mágicas. 

Las fuentes de financiamiento son de difícil acceso, la emisión de dinero no es la solución ya que así seguiríamos apostando a la inflación.

 

De allí los anuncios de bonificación del 100% de cargas patronales para que el sector privado sea también partícipe en la reconstrucción de la economía, descuentos para compras de alimentos, créditos para refacción de viviendas y obras para municipios, etc.

 

Para superar este cataclismo tendremos que controlar las impaciencias, suspender conflictos y dejar de pensar que siempre el Estado todo lo puede, sino ayudarnos entre todos y todas.

 

Estoy convencido que el Gobierno provincial no va a utilizar la crisis para concentrar poder.

 

Los partidos políticos no deberíamos exigir medidas de incumplimiento imposible, los empresarios deberían aumentar la inversión, los sindicatos no deberían perseguir reivindicaciones inflacionarias.

 

La sociedad civil tendría que participar activamente en las medidas de acción social, los medios de comunicación no fabricar escepticismo. Esto que planteo, no es una utopía, se trata de coordinar treguas y esfuerzos mancomunados para salir de esta situación extrema.

 

Muchas veces pienso en lo ambiciosa, audaz y resuelta que fue la reconstrucción del continente europeo tras la Segunda Guerra Mundial. Ojalá vivamos, de nuevo, ese nuevo espíritu y esa capacidad de acción. Los chaqueños nos hemos caído y levantado mil veces, sufrido sequías e inundaciones, cólera, dengue, covid, la historia nos demuestra que la resignación y la pasividad no es precisamente nuestro sello.

 

Pido que – con una gran capacidad de resiliencia – seamos tolerantes, empáticos, justos, orientados siempre hacia el otro.

 

La provincia del Chaco nos necesita a todos sin diferencias sin grietas. Tenemos una agenda integral para hablar de consensos en la Cámara de Diputados. Hagámoslo!