Por Hugo Sager
Presidente del Poder Legislativo
Las asimetrías estructurales del Norte argentino con el resto del país fueron, a lo largo de la historia, motivos de anuncios y reparaciones traccionadas por distintas visiones políticas de los gobiernos de cada momento.
Alternando épocas de mayores y menores respuestas a las necesidades de esta gran región, llegamos a esta etapa histórica que en el 2020 nos encuentra atravesando y luchando contra una pandemia inédita, y sobrellevando todavía múltiples desventajas comparativas y competitivas con el país central.
En este escenario, seremos protagonistas desde nuestra provincia, a fines de este mes, de un hecho trascendente: la conformación de la Asamblea de Gobernadores del Norte Grande, punto de partida para iniciar el trabajo sobre una agenda común de temas que perseguirá un objetivo transversal: la defensa de los intereses regionales y comunes a las diez provincias que conformamos esta zona.
En concreto, el ya conformado Consejo de Gobierno del Norte Grande deberá poner en marcha el Consejo Regional, conformado por:
-la Asamblea de Gobernadores (que tendrá a un mandatario como presidente rotativo por 6 meses)
-la Junta Ejecutiva (un órgano con capacidad decisoria)
-el Comité Coordinador (formado por un representante del NOA y otro del NEA).
La unidad en este conjunto de espacios institucionales, aún en provincias gobernadas por signos políticos diversos, seguramente traccionará decisiones estratégicas orientadas al desarrollo regional a partir de infraestructura y otras respuestas a necesidades históricas.
Las prioridades a incorporar en la agenda de trabajo nos llenan de entusiasmo porque son demandas que la región promueve desde hace tiempo, como una zona franca; la transferencia de cargas y puerto seco, con ventajas impositivas; la infraestructura para el ferrocarril de cargas y para los puertos fluviales, a fin de dar un mejor aprovechamiento a la Hidrovía Paraná-Paraguay; las tarifas eléctricas diferenciadas; la producción de biocombustibles; las energías renovables, entre otros.
La decisión política de poner en marcha la Región Norte Grande, como institución ya conformada, tiene carácter medular por la dimensión de esta zona donde habitamos, que comprende el 30% de la superficie nacional, que tiene más de 9 millones de habitantes (un 20% de la población) y un tercio de la superficie sembrada del país. Tan vasta como rica, nuestra matriz productiva está diversificada en múltiples actividades como industrias, comercio, minería, hidrocarburos, turismo y cultura.
Hace más de tres décadas que las voces de los gobernadores del Norte se hacen sentir. El marco normativo para el Norte Grande fue dado por la reforma constitucional de 1994. Hoy recuperamos una visión federal de país y la generación de políticas públicas diferenciadas para vencer esas asimetrías. Esta es la bandera que hoy enarbola Capitanich y a quien acompañamos.
Está demás decir que los legisladores nacionales que representan a las provincias del Norte grande deben actuar en consonancia para fortalecer en cada decisión esta posición y debemos los legisladores provinciales jugar un rol importante buscando consenso en la legislación que se genere en cada territorio, sin contradicciones y con visión estratégica.