El Secretario de Calidad en Salud del ministerio de Salud de la Nación, Arnaldo Medina, aseguró hoy que "el sistema de salud no está bajando los brazos", y tras señalar que el Gobierno nacional sigue con preocupación la situación en Jujuy, Río Negro, Mendoza y el AMBA, puso como ejemplo a Chaco, "que parecía que iba al colapso y ya lleva 8 semanas en una meseta y abre actividades muy responsablemente".
En declaraciones radiales a El Destape Web, el funcionario destacó que "lo que hay que hacer es redoblar el esfuerzo, que lo estamos haciendo, para trabajar cada vez más desde lo preventivo, en el control de las cadenas de contagios, los rastreos, eso es toda una inteligencia que se ha ido ganando y que sigue creciendo y mejorando".
"A pesar de las dificultades que tuvo Chaco, hoy es un ejemplo exitoso de cómo salir de la pandemia y creo que allí podemos encontrar respuestas", dijo el funcionario.
Añadió que "parecía que iba al colapso y ya lleva 8 semanas en una meseta, abre actividades muy responsablemente y sin hacer mucha propaganda, y ya tiene dos vuelos semanales hacia Buenos Aires, con un sistema de salud que en este momento está controlando muy bien los focos y las cadenas de contagios".
Medina admitió que "en General Roca y Cipolletti evidentemente hay una saturación en las camas y una dificultad para expandir las existentes", y adelantó que esta semana llegarán a Río Negro terapistas intensivos enviados por la Nación.
"Seguimos con preocupación algunos distritos como Jujuy, que en este momento está expandiendo más camas, está recibiendo ayuda de la Nación con recursos humanos para poder sostener esa expansión y a veces también por el cansancio de los trabajadores, que tienen una situación de stress muy importante", aseveró el secretario de Estado.
"Hay alguna dificultad fundamentalmente por el número de infectados y el cansancio de los trabajadores en Río Gallegos pero que no pasa a mayores, y nos preocupan Mendoza, que hoy está en un 90% de la capacidad de ocupación, y el AMBA, que sigue en una situación sostenida de mucha demanda", explicó Medina.
"Lo que se ve es un gran agotamiento de los trabajadores de la salud por el tiempo en el que llevan sosteniendo esto, estamos hablando de una enfermedad para la que a veces hay que cambiarse 17 veces al día, es muy intenso el requerimiento de utilización de elementos de protección personal, con el riesgo de la exposición al contagio que aumenta una condición de stress importante", agregó.
La capacidad en las camas críticas, y esa expansión no es solamente con el equipamiento sino que "se trabajó mucho a nivel del recurso humano en su capacitación", dijo Medina, quien aclaró que además de médicos y enfermeros terapistas intensivos y kinesiólogos respiratorios, se sumaron "otras especialidades afines a la terapia intensiva como anestesiólogos, emergentólogos, neumonólogos, especialistas en medicina interna o clínica médica".
El viceministro volvió a insistir "en las conductas individuales y sociales", al tiempo que señaló "el efecto de la comunicación en el tema de las aperturas por el riesgo potencial que pueden traer".
"Preocupan algunas situaciones como la de los bares en la ciudad de Buenos Aires, que no sea un mensaje de que está todo bien, y que podemos volver a una vida normal. Ahí hay que poner mucho el ojo, porque no viene solo el amesetamiento o la disminución de los contagios, sino que viene acompañado de todas estas medidas y de la conducta de las personas", expresó Medina.
