La pandemia de coronavirus puso a prueba la capacidad del gobierno nacional y de las provincias de hacer frente a una crisis que estaba causando estragos a nivel mundial. Pero mientras los poderes ejecutivos implementaban políticas para contener la propagación de la enfermedad y recuperar el sistema de salud pública, los parlamentos enfrentaban el desafío de legislar con nuevas tecnologías y protocolos, o no hacerlo en absoluto y poner en riesgo la institucionalidad.
Así como la falta de actividad del Poder Judicial genera injusticia, la inacción parlamentaria deslegitima a los gobiernos, porque no se puede gobernar indefinidamente por decreto, como ocurre en provincias que han aprobado pocas o ninguna ley entre enero y agosto de este año. En el otro extremo de esa lista está la Provincia del Chaco, que batió el récord nacional en el mismo período con la sanción de 87 leyes, de las cuales 43 están en vigencia, casi triplicando las 30 normas votadas por el Congreso de la Nación, y lejos del resto de las demás provincias.
El Ejecutivo provincial consiguió que Chaco pasara del tercero al decimotercer lugar en contagios diarios a nivel nacional, y lo hizo con el respaldo de una Legislatura que nunca dejó de sesionar y le brindó herramientas clave para su operatividad semana tras semana.
“El parlamento chaqueño no escapa a la realidad que vive el resto de los cuerpos legislativos argentinos y mundiales, atravesados por la pandemia que limita su funcionamiento y ha puesto en tela de juicio la presencialidad de las sesiones, a tal punto que en el Reino Unido después de 314 años la Cámara de los Comunes por primera vez estableció restricciones a la actividad presencial y redujo los días de sesión”, relató Hugo Sager, presidente de la Cámara de Diputados del Chaco.
Sager viene de participar, el último viernes, en el primer Foro Federal de Autoridades Parlamentarias de Legislaturas Conectadas, que se realizó vía Zoom. El objetivo del programa es unir a los poderes legislativos del país en una red interparlamentaria federal, una experiencia que se empezó a esbozar en 2018 pero tomó fuerza ahora, al congregar a las 24 legislaturas del país. En una segunda etapa se sumarán los concejos deliberantes y municipales.
“Los números nuestros son reales. Hoy la Legislatura chaqueña aparece en el concierto nacional con la sanción de ochenta y siete leyes en diez sesiones extraordinarias llevadas adelante hasta el 28 de agosto, más una sesión especial. Como dato no es menor, sobre todo cuando en general los parlamentos y los concejos municipales son vistos por la sociedad como algo que no resuelve inmediatamente sus problemas. Queda claro que son parte sustancial del sistema republicano”, observó.
Para Sager, la voluntad de los legisladores de todos los bloques y los trabajadores “permitió dar una verdadera señal a la sociedad, no solamente ajustándose a la responsabilidad constitucional de que el Poder Legislativo funcione en tiempo de democracia, sino también de respaldo a las acciones llevadas adelante por el Poder Ejecutivo, que en estos tiempos necesita del acompañamiento parlamentario para darle solidez y legitimidad a sus medidas”.
Gracias a ello “los debates que aquí se llevan adelante desde las identidades partidarias diversas sirvieron para alcanzar consensos, que como resultado demostraron que la Legislatura chaqueña puede producir más y mejor: es el camino que hemos emprendido, que debemos transitar y lo que los ciudadanos esperan. Nuestra tarea es que la visión que tenemos coincida con los hechos, y en esta oportunidad la Legislatura chaqueña va en esa dirección”, concluyó.